viernes, 28 de agosto de 2009

Cine II

Industria Cinematográfica


A mi parecer hay una gran confusión con respecto a la cinematografía en general debido a una interpretación floja del oficio.

Al decir que el cine es industria muchos dan un cabeceo dudoso y luego con firmeza suelen mencionar "el cine de Hollywood", como si no hubiesen comprendido la frase anterior. Cuando se habla del cine como industria, no se refiere solo a una parte del cine, hablamos de la cinematografía como tal. El cine ES una industria. Con esto no quiero decir que esté mal, para nada. Lo que quiero decir es que hay que ser conscientes del hecho y así comprender su comportamiento.

Pero, ¿Por qué el cine es industria? Pues muy sencillo, la industria se caracteriza por la "estandarización" que en la cinematografía se presenta tanto en el MRI (Modo de Representación Institucional, cuyo objetivo es "conseguir del espectador la percepción de la película como si se tratara de la contemplación naturalista de un trozo de realidad" mediante reglas audiovisuales establecidas) como en las herramientas técnicas necesarias para llegar al producto cinematográfico (cámaras, luces, celuloide, entre otros). En el medio todos utilizan, en mayor o menor escala, la estandarización para llegar al fin. Es por esto que no puedo puedo entender el cine como arte.

Para mi el arte es la búsqueda interna de la percepción del momento o momentos mediante la aplicación de técnicas de alguna manera personalizadas. En el cine, siendo éste tan colectivo, impersonal, sometido a la intensión de terceros y a la utilización de herramientas estandarizadas, es imposible manifestar lo antes mencionado. Lo que si creo, y estoy bastante convencido de ello, es que existe en la cinematografía lo que llamo "intensión artística" que va intrínsecamente relacionado a la autoría ya antes mencionada por Truffaut. Es en ésta autoría donde la intensión del realizador se ve comprometida, es donde yace la esencia perceptiva, el discurso.

Para concluir, la industria no es un ogro, no es una maquinaria que absorbe los suspiros moribundos del arte en el contexto actual si no más bien es lo que tenemos. Vivamos con él, comprendámoslo. El cine tiene aproximadamente ciento diez años, a duras penas se reconoce a sí mismo.

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