martes, 18 de agosto de 2009

Cine I

Me parece curioso que en la mayoría de las discusiones sobre cine el punto de partida siempre es el producto cinematográfico, el cual suele en numerosas ocasiones extenderse de manera tal que solo se habla de ello. El cine es una industria, y como toda industria hay un proceso de por medio que se llevó a cabo para lograr el corte final. Claro que he pensado en desistir de mi curiosidad al recordar el momento histórico en el que estamos con respecto al cine, pero si estoy escribiendo es por una simple razón: me incomoda.

Hay diferentes variables a la hora de discutir sobre cine, y no pretendo hacer una de esas guías paso a paso para debatir sobre la cinematografía como se quiso hacer en "Haciendo Cineclubes" de Carelia Rivas Pérez (sin ánimos de ofender pues me pareció una muy buena idea y que sirve como base de conocimiento a la hora de enfrentar un cineforo). El cine no es solo su producto, el cine es la necesidad de poner en imagen un punto de vista, y cuando digo un punto de vista hablo de solo uno, aunque éste es otro punto que tocaré más adelante; el cine comprende varias fases y cómo no, podríamos inventarlas ahora mismo, como por ejemplo una fase ideológica, una histórica, una social, una técnica, una discursiva, de producción (muy importante pues actúa como fase decisiva sobre el material, una especie de filtro de interrelaciones), de distribución, entre muchas otras que pasé por alto, ya sea por ignorante o por falta de memoria.

Ya lo decía François Truffaut con La política de los Autores (gran artículo que escribió para la revista "Cahiers du cinema"), criticar, discutir, debatir sobre una película es un encuentro con su autor y ser el autor de una película es exponer, expresar, imponer. De no haber autor sería una película hollywoodense. Claro que Truffaut tenía otro punto de vista sobre el entorno cinematográfico, basta con ver su película "La noche americana" ("La nuit américaine" o "Day for Night" en ingles) y compararla con "El desprecio" ("Le Mépris") de Jean-Luc Godard, dos películas que hablan básicamente de lo mismo pero en realidades distintas. Luego podrías observar "Los cuatrocientos golpes" ("Les quatre cents coups") y tal vez te preguntes qué demonios le pasó a Truffaut por la cabeza, yo diría que por el bolsillo. Pero el motivo acá no es desprestigiar a un gran director digno de admiración y estudio, si no comprender lo valioso que sería para la sociedad venezolana obtener un cine de contenido (interés y necesidad popular) y tener las herramientas para debatirlo.

El cine, en la sociedad actual, es un medio de ideologización contundente e importante, el espectador inevitablemente suele verse reflejado en la circunstancias que sean, siempre lo hace. Es identificarnos con la mirada del otro, o de otros, sin ser realidades iguales, sin seguir valores iguales, observando códigos éticos y morales ajenos. Podemos darnos cuenta al ver "La pasión de Juana de Arco" de Carl Theodor Dreyer, o "Man with a movie camera" de Dziga Vertov, la antes mencionada "los cuatrocientos golpes" como también "Week-end" de Godard; podríamos irnos más lejos aún y ver "Häxan" de Benjamin Christensen o "El espejo" de Andrei Tarkovsky y caer en cuenta que aunque manejan lenguajes y discursos audiovisuales distintos siempre nos identificamos con la situación.

Podría decir también que más allá de "identificarnos" lo que hacemos es "seguir el juego", es dejarnos seducir y ver lo que se quiere que veamos. Esto lo tomó muy en cuenta un director estadounidense cuyo nombre y película no recuerdo, aunque se que pertenecía al mal llamado Cine Primitivo. Lo que hizo fue poner una cámara fija, como era costumbre, en un aeropuerto y en la toma general abierta se desarrollaba una secuencia o mejor dicho, varias secuencias. Eran diferentes acciones que sucedían dentro de la misma toma, ya que esta no se movía, y era cuestión tuya decidir qué acción observar. Es una forma interesante de plantear esta problemática, dejar de ser un espectador hubicuitario y participar más en la toma de decisiones. Pero no seamos ingenuos, claro que sigue siendo una manipulación por parte del director, seguimos viendo el punto de vista de él, lo que quiso mostrarnos, por algo solo puso la cámara en ese punto, por algo quiso que los personajes interactuaran de una u otra forma. Lo importante aquí es ser conscientes de esta situación.

Una película pasa por muchos procesos, estos van filtrando la información de manera tal que lo que obtienes en el producto es un resumen de todo un acontecer víctima de un medio industrializado. Supongamos que el director tenga la autoría del filme, éste puede tomar o no, en gran o escasa medida, algún factor como podría ser el social. No es lo mismo el superman de la ciudad al súper hombre de Guasipati, ya que son necesidades distintas, uno combate el crimen en las calles mientras trata de conquistar a Lois y el otro domina animales feroces mientras siembra y construye para sobrevivir. En este caso serían dos formatos distintos con dos realidades distintas, sometido a una producción capaz de filtrar información dentro del crudo por la parte de iluminación, continuidad, sonido, como también lo menos tomado en cuenta como puede ser la posible falta de alimento para un actor que pase horas en la locación, trayendo como consecuencia cansancio, desgaste innecesario y, como pueden imaginar, enojo. Esta situación durante una locación difícil de conseguir como lo puede ser algún lugar de Guasipati, debido al movimiento de equipo y personal, es crucial a la hora de mostrar la película definitiva, el algo que nos da información de por qué se dio de una manera o de otra.

Al igual que el ejemplo que expuse anteriormente existen varias formas de filtrar la información que nos llega al ver un filme, como saber quien la distribuye. Si se dice que es un filme independiente y lo primero que vemos en la enorme pantalla de cine al principio de la película es "20 century fox presents...", nos tumba la primera impresión, lo cual era que se trataba de un film "independiente". Pero no importa, nos lo tomamos con soda y seguimos de largo, el problema es cuando nos dirigimos a la página web www.imdb.com y nos damos cuenta que no solo fue distribuida por aquella gran empresa, si no que también fue financiada ya que la cámara o las cámaras que usaron cuestan al rededor de 200 mil dólares. Eso si que te cambia la visión de la supuesta cinta "independiente".

Lo que quiero decir, si es que no me he explicado bien, y si no lo he hecho pues mil disculpas por todo lo que he escrito, es que o seguimos siendo críticos desinteresados o nos preocupamos más por lo que decimos o dejamos de decir.


* El libro mencionado "Haciendo Cineclubes" de Carelia Rivas Pérez, puede encontrarse en las librerías del sur. Su precio de de aproximadamente 2 bs. Qué tal?
* Para mayor información sobre Truffaut está el libro "El placer de la mirada" de EDICIONES PAIDOS IBERICA, S.A.

0 comentarios: